El déficit fiscal volvió a empeorar en el mes de mayo, alcanzando el 3,5% del Producto Bruto Interno (PBI) en el resultado del Gobierno Central y el Banco de Previsión Social (GC-BPS) en los últimos doce meses cerrados. Esta cifra representa un deterioro de 0,4 puntos porcentuales respecto del período móvil anterior, y vuelve a poner en alerta a las autoridades económicas en un momento clave para la planificación presupuestaria del nuevo período de gobierno.
El nuevo dato se inscribe en una tendencia que preocupa a la conducción económica, ya que limita el margen de maniobra para el diseño del próximo Presupuesto Nacional. Con una economía que muestra señales de estancamiento en algunos sectores y una presión creciente por parte de actores sociales y políticos que reclaman mayores recursos, el aumento del déficit fiscal pone en evidencia las dificultades para mantener el equilibrio entre disciplina fiscal y demandas sociales.
De acuerdo al informe oficial, la caída del resultado fiscal se debe, principalmente, a una reducción de los ingresos corrientes tanto del Gobierno Central como del Banco de Previsión Social. En conjunto, los ingresos se situaron en el 27,1% del PBI, un retroceso de 0,2 puntos porcentuales respecto del período anterior. Esta baja se explica por un descenso del 0,1% del PBI en la recaudación del Gobierno Central y una disminución de igual magnitud en los ingresos del sistema previsional.
Aunque los ingresos de la Dirección General Impositiva (DGI) experimentaron un ligero aumento del 0,1% del Producto Bruto Interno, este crecimiento no fue suficiente para contrarrestar la disminución general. La disposición de los ingresos continúa revelando debilidades, especialmente debido a la carencia de actividad en algunos sectores económicos que afectan directamente la recaudación de impuestos.
Simultáneamente, los gastos básicos del Gobierno Central y del Banco de Previsión Social subieron, alcanzando el 28,2% del PBI, lo cual supone una subida de 0,2 puntos porcentuales. Este incremento se debe a un aumento en las transferencias desde tanto el Banco de Previsión Social como el Gobierno Central, además de un crecimiento en el gasto de inversiones de este último. Aunque estos desembolsos están alineados con políticas públicas y compromisos sociales, aumentan el déficit fiscal.
Con respecto al abono de intereses de la deuda, estos permanecieron constantes en 2,5% del PBI, sin cambios en comparación con el mes precedente. Este elemento no tuvo un impacto en el empeoramiento del resultado fiscal, aunque sigue siendo una carga importante para las finanzas públicas.
Por otra parte, los resultados del Banco Central del Uruguay (BCU) evidenciaron una ligera mejoría, alcanzando el -0,9% del PIB, debido a una disminución en los intereses pagados. No obstante, el resultado total del Sector Público consolidado (que abarca todas las entidades estatales) se situó en -3,8% del PIB, indicando un empeoramiento de 0,1 puntos porcentuales en comparación con la cifra de abril.
El escenario fiscal desafía directamente los objetivos del gobierno, que había manifestado su intención de mantener el control del déficit como parte de una estrategia de estabilidad macroeconómica. Sin embargo, las restricciones presupuestarias, sumadas a las urgencias sociales y a las expectativas depositadas en el nuevo ciclo de gestión, dificultan el cumplimiento de esta meta sin recurrir a ajustes o reformas estructurales.
Esta situación reactiva las preocupaciones sobre la viabilidad de las finanzas públicas. El retraso en tomar decisiones cruciales, como la modificación de ciertas cajas de pensiones —incluyendo la de los profesionales— podría igualmente ejercer un efecto adverso en meses futuros, incrementando las presiones fiscales.
La circunstancia fuerza al equipo económico a reevaluar las previsiones y considerar ajustes en la planificación financiera. Con la Rendición de Cuentas acercándose y un contexto regional complicado, los números de mayo representan un cambio crucial en la estrategia fiscal del gobierno, el cual tendrá que optar por seguir la misma dirección o modificar el curso.

