Para el año 2024, el cambio hacia fuentes energéticas limpias alcanzó un importante punto de inflexión a nivel mundial. De acuerdo con cifras recientes de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), un 92% de toda la nueva capacidad eléctrica instalada durante el año provino de energías renovables. Este notable incremento demuestra un progreso sin precedentes en la utilización de energías limpias, a pesar de la continua inestabilidad geopolítica y las reducciones de presupuesto en proyectos de cooperación internacional. Con un volumen de capacidad eléctrica similar a la combinación de Brasil y Japón, este desarrollo confirma que la transición energética no solo es viable, sino que se está acelerando de manera irreversible.
El cambio climático continúa siendo uno de los retos más críticos que enfrenta nuestro planeta. Frente a esta realidad, el impulso de energías renovables se plantea como una de las respuestas más decisivas e importantes. En este marco, el 16º Diálogo de Petersberg sobre el Clima, que tuvo lugar en Berlín, se enfocó en los desafíos y oportunidades que acarrea la crisis climática. En el evento, participaron más de 40 ministros y líderes globales, resaltando la urgencia de acelerar las medidas para disminuir los impactos del calentamiento global. A pesar de la inestabilidad y las tensiones políticas a nivel internacional, se destacó la relevancia de continuar trabajando para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El cambio climático sigue siendo uno de los desafíos más urgentes que enfrenta el planeta. Ante esta situación, el desarrollo de fuentes de energía renovable se presenta como una de las soluciones más efectivas y cruciales. En este contexto, el 16º Diálogo de Petersberg sobre el Clima, realizado en Berlín, se centró en los retos y las oportunidades que presenta la crisis climática. Más de 40 ministros y líderes internacionales participaron en la discusión, destacando la necesidad de acelerar la acción para mitigar los efectos del calentamiento global. A pesar de la incertidumbre y las tensiones políticas a nivel mundial, se subrayó la importancia de mantener los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
A pesar de estos progresos, el efecto del cambio climático sigue siendo claro. La Organización Meteorológica Mundial verificó que 2024 fue nuevamente un año con temperaturas récord, registrando un promedio global que superó en 1,5°C los niveles anteriores a la era industrial. Este incremento en la temperatura global provoca consecuencias devastadoras, particularmente para las comunidades más vulnerables, que son las que enfrentan los mayores estragos de eventos climáticos extremos.
A pesar de estos avances, el impacto del cambio climático continúa siendo evidente. La Organización Meteorológica Mundial confirmó que 2024 fue otro año de temperaturas récord, con un promedio global que superó los 1,5°C por encima de los niveles preindustriales. Este aumento en las temperaturas globales tiene efectos devastadores, especialmente para las comunidades más vulnerables, que son las que sufren los peores impactos de fenómenos climáticos extremos.
Para alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C, los países deberán actualizar sus compromisos climáticos antes de septiembre de 2025. La ONU ha instado a las economías más grandes del mundo, particularmente a las naciones del G20, a liderar los esfuerzos para reducir las emisiones globales en un 60% para 2035. Este esfuerzo debe ser guiado por principios de equidad y justicia climática, de manera que no se dejen atrás a los países más pobres y vulnerables.
Uno de los temas clave discutidos durante el Diálogo de Petersberg fue la necesidad de financiar una transición ecológica justa. Para ello, la ONU propone movilizar 1,3 billones de dólares anuales hasta 2035, duplicando los fondos destinados a la adaptación climática, con un objetivo mínimo de 40.000 millones de dólares al año. Además, se hizo un llamado a aumentar las contribuciones al Fondo de Pérdidas y Daños, que busca apoyar a los países más afectados por los impactos del cambio climático.